miércoles, 3 de julio de 2013

~Dos Caminos Y Un Futuro~ |Vigésimo segundo Capítulo|

Capitulo 22

~Querido destino: Si no es para mi, no lo pongas en mi camino.~

*Liam*

La tormenta no cesaba, gotas de lluvia caían, una después de otra, golpeando el ahora húmedo suelo y yo corría buscando refugio cubriéndome con mi chaqueta.
A los pocos minutos encontré un bar irlandés llamado Ceithre Clover Leaf* en el cual me refugié de la lluvia y del frío. Acomodé mi chaqueta en una silla y me senté en ella a la espera de un camarero.

—¡Hey Liam! —escuché la voz de Niall.

—¡Duende! —saludé.

—Menuda la que está cayendo... —comentó mientras se sentaba a mi lado— ¿Qué haces aquí?

—Refugiarme de la lluvia. —contesté justo cuando apareció el camarero.

—¡Niall! —se dieron un abrazo de ''hombres''— Cuanto tiempo, ya no tienes tiempo para nosotros.

—Intento sacar tiempo pero me es imposible, ando muy ocupado pero ahora estoy en la academia de mi tio como profesor. —rieron.

—¿Tu profesor? ¡Que chiste! —rió y me miró— ¿Tú eres Liam, no?

—Sí. —contesté— ¿Y tu eres...?

—Oh, Danny, Danny Silver. —estrechamos manos— Bueno, ¿y que van a tomar los cantantes de la banda pop británica-irlandesa más escuchada del planeta? —bromeó.

—Yo una cerveza. —contestó Niall.

—Igual. —sonreí perezoso.

Danny se fue con la libreta pequeña en la mano a por nuestro pedido.

—Lo conozco desde hace un año, es genial, te diviertes con él. —me dijo Niall— Este es el bar donde por primera vez nos emborrachamos.

Hablamos un poco, reímos y bebimos. La lluvia comenzaba a cesar y pedimos a Danny la cuenta.

—Gracias por haber venido chicos. —le dio un abrazo a Niall y a mi un apretón de manos— Un placer haberte conocido Liam.

—Igualmente, hombre. —le sonreí— Hasta otra espero.´

—Hasta luego Danny. —se despidió Niall.

Pero justo cuando estábamos en la puerta escuchamos que Danny nos llamó.

—Esperad. —corrió hacia nosotros ahora sin el delantal negro que lo caracterizaba como camarero— Mi turno ha terminado y he pensado en ir con vosotros, si queréis. —dijo sonriendo.

—Por supuesto. —dijo Niall— Me tienes que contar qué es de tu vida.

—Oh bueno, tengo novia... —comentó pero no muy feliz.

—¿Sí? ¡Eso es genial! —celebró Niall.

—Sin embargo no se te ve muy contento. —me atreví a decir.

Inspiré y pude oler el dulce olor a reciente lluvia, la humedad de la calle, era como respirar paz y tranquilidad.

—Sí bueno, es que... —dudó en contarlo pero al final habló— por estar con esta chica fui un imbécil con alguien de quién creo que todavía sigo enamorado. —suspiró— Ahora no sé donde está, nadie me lo quiso decir aunque de todos modos no me querría ver... —se encogió de hombros y suspiró resignado.

—Vaya bro... Soy tu amigo y sé que los amigos están para apoyarse y animarse en los momentos malos y buenos pero eso lo haré después de decirte la verdad. —comenzó Niall parando a mitad de camino con lo cual nosotros nos detuvimos con él— La verdad es que eres un estúpido, debiste pensar las cosas bien antes de hacer algo de lo que después... ya ves, estás arrepentido y con una chica a la que no amas. Ahora quiero que me digas el porqué dejaste a la chica de la que crees estar enamorado por otra de la que no estás enamorado.

Y ahí estaba Niall, como siempre siendo el amigo que necesitas tanto en los momentos malos como en los buenos. Daba gracias a Dios por haberlo conocido y por compartir un sueño con alguien como él.

—Fue todo una confusión... Conocí a Helen, la chica por la que dejé a la chica de la que sigo enamorado —explicó— bueno, la conocí en...

—Espera. —lo cortó Niall— Aquí tenemos que separarnos, la academia está por allí. —señalo un camino— Pero puedes venir y seguir contándome, en realidad te obligo, vamos. —empujó a Danny hacia nuestro camino riendo— Sigue contando. 

—Vale, vale, pero puedes soltarme, no me voy a escapar. —rió y Niall lo soltó.

—Más te vale porque Niall tiene un truco para correr muy rápido y atraparte... —le advertí.

—¿Qué truco? —preguntó.

—Empieza a imaginar que eres una alita de pollo gigante. —reímos a carcajadas por el truco de Niall.

—Vale ya, ahora cuenta. —insistió Niall pareciendo una maruja. 

*Zayn*

Después de un buen desayuno junto a Daphne, se puso a practicar la obra que tenía que aprenderse para la clase de teatro, yo la ayudaba haciendo de los otros papeles. Cuando yo tenía que hacer de chica ponía la voz aguda y hacía gestos de mujer ella intentaba no reír para seguir pero acababa haciéndolo y me hacía sonreír de oreja a oreja.

—¡Vale ya Zayn! —volvió a reír— No vuelvas a poner esa voz. —dijo limpiándose las lágrimas de risa.

—Solo estoy interpretando. —reí.

—Pues no lo hagas, me haces reír y así es imposible practicar. —intentó ponerse seria pero de nuevo soltó una carcajada— No, venga va ahora sí. —inspiro y espiró a la misma vez que subía las manos y las bajaba— Ya, vamos y que sea con tu voz, no importa.

—Vale... —dije resignado, me encantaba hacerla reír— Lisa, ¿a qué no sabes a quién he visto?

—¿A quién Jen? No me lo digas, has visto a un Black. No sé porqué te hace tanta ilusión verlos, no te van a contagiar su fortuna. —rió interpretando su papel, lo hacía muy bien.

—Lo sé tonta... Pero es que esta vez he visto al más joven de los hermanos y iba hacia tu casa. —dije fingiendo emoción.

—¿A mi casa para qué? —preguntó poniendo cara de extrañada.

—No lo sé, te toca averiguarlo a ti. —reí— En cuanto llegues a tu casa, si descubres algo, ya sabes que hacer.

—Está bien, si averiguo algo te llamo. Que sepas que esto lo hago más por ti que por mi, no me interesa saber que hace uno de los Black en mi casa.

—Sí claro... A lo mejor tus padres te han encontrado pretendiente. 

—¿¡Qué!? No lo creo... Será a Charlotte. Oh por dios Jen, espero que no seas gafe. —fingió estar asustada y a mi me tocaba reír.

—Hasta mañana Lis. 

Acabamos la primera escena en casa de Jennifer.

—¿Qué tal lo he hecho? —me preguntó.

—Genial, seguro que cumplirás tu sueño de ser actriz. —sonreí— Y cantante, por supuesto. —añadí.

—Gracias. —agradeció sonrojada.

Valery apareció en la puerta y nos miró.

—¡Hola! —saludó tan alegre como siempre.

—¡Hola! —saludamos a la vez, contagiados de su alegría.

—¿Que hacíais? —preguntó sentándose en su cama.

—Estudio para la obra de teatro y Zayn me ayuda. —respondió sonriente.

Esta mañana cuando le traje el desayuno me contó que Valery no estaba enfadada con ella y que eran amigas, eso me hizo feliz porque ya no se sentiría mal.

—¡Ay! Podemos estudiar juntos. —dijo emocionada.

—Claro. —Daff le sonrió.

—Mejor os dejo estudiar solas, voy a ver a Niall. —dije levantándome. 

—Vale, nosotras iremos a veros a la habitación más tarde. —dijo Valerie— Anna y Tori también.

Salí por la puerta después de despedirme y fui en busca de Niall.

*Niall*

No sabía que tenía un amigo tan tonto pero lo tenía. Danny había cometido un gran error pero era humano y los humanos cometemos errores constantemente. 
Ahora estábamos en nuestra habitación de la academia y ahora sí nos contaría esa confusión.

—A ver, conocí a Helen en un bar después de haber discutido con la chica de la que creo estar enamorado...

—Espera. —reí— Di el nombre en vez de decir la chica de la que creo estar enamorado todo el tiempo. —volví a reír.

—Oh vale, se llama Elizabeth, yo la llamaba Liz. —sonrió triste— Pues había discutido con ella y Helen me consoló aún sin conocerme así que nos hicimos muy amigos y a veces quedábamos. Liz y yo no estábamos bien, discutíamos por cualquier cosa pero yo era el que empezaba las discusiones. Lo hacía porque siempre hablaba con su mejor amigo por teléfono y me daban celos muchos celos por mucho que ella me dijera cada día que me quería incluso cuando discutíamos me lo decía... —pausó un momento, tragando saliva— Una tarde discutimos muy fuerte así que llamé a Helen y quedamos en el bar para emborracharnos. Al día siguiente seguía enfadado con Liz y solo recordaba las llamadas a su mejor amigo, los te quiero que le decía, lo emocionada que se ponía cuando la llamaba, las sonrisas que le sacaba... Algunas tardes ella no podía quedar y yo creía que quedaba con él a escondidas. Yo pensaba que ella lo quería más a él que a mi y que pronto me dejaría. Fui a su casa y en cuanto me abrió la puerta se tiró a mis brazos diciéndome que lo sentía, que no quería pelear más, que me quería a pesar de haber sido yo el que empezó la discusión.y yo lo que le dije fue que la dejaba, que había descubierto que no la amaba y que amaba a otra. Al principio ella creyó que era una broma de mal gusto pero luego al ver que no mentía lloró y me gritaba que me amaba, que ella sabía que yo también, que no le hiciera más daño. Su padre apareció detrás de ella y la metió en casa, él me gritó que me fuera y me fui. Me arrepentí más tarde, comprendí que fui un imbécil que había alejado a lo que más quería de su vida en vez de intentar arreglar las cosas. —una lágrima se deslizó por su mejilla y rápidamente la quitó con su mano.

Antes de decirle nada lo abracé, no necesitaba decirle que fue un imbécil porque él ya lo sabía y no le servía de mucho.

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